"El Primer Acuerdo: Sé Impecable con tus Palabras". Miguel Ruiz.
El primer acuerdo es el más importante, también el más difícil de cumplir. Es tan importante que sólo con él ya serás capaz de alcanzar el nivel de existencia que yo denomino «el cielo en la tierra». Parece ser un acuerdo muy simple, pero es sumamente poderoso.
¿Por qué tus palabras? Porque constituyen el poder que tienes para crear.
Son un don que proviene directamente de Dios. En la Biblia, el
Evangelio de San Juan empieza diciendo: «En el principio existía el
Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios». Mediante las palabras expresas tu poder creativo, lo revelas todo. Independientemente de la lengua que hables, tu intención se pone de manifiesto a través de las palabras. Lo
que sueñas, lo que sientes y lo que realmente eres, lo muestras por
medio de las palabras. Son la herramienta más poderosa que tienes como
ser humano, el instrumento de la magia. Pero son como una espada de
doble filo: pueden crear el sueño más bello o destruir todo lo que te
rodea. Uno de los filos es el uso erróneo de las palabras, que crea un
infierno en vida. El otro es la impecabilidad de las palabras, que sólo
engendrará belleza, amor y el cielo en la tierra. Según cómo las
utilices, las palabras te liberarán o te esclavizarán aún más de lo que
imaginas. Toda la magia que posees se basa en tus palabras. Son pura magia, y si las utilizas mal, se convierten en magia negra.
Esta magia es tan poderosa, que una sola palabra puede cambiar una vida o
destruir a millones de personas. Hace años, en Alemania, mediante el
uso de las palabras, un hombre manipuló a un país entero de gente muy
inteligente. Los llevó a una guerra mundial sólo con el poder de sus
palabras. La mente humana es como un campo fértil en el que
continuamente se están plantando semillas. Las semillas son opiniones,
ideas y conceptos. Tú plantas una semilla, un pensamiento y éste crece.
Las palabras son como semillas, ¡y la mente humana es muy fértil! El
único problema es que, con demasiada frecuencia, es fértil para las
semillas del miedo. Todas las mentes humanas son fértiles, pero sólo
para la clase de semilla para la que están preparadas. Lo importante es
descubrir para qué clase de semillas es fértil nuestra mente y
prepararla para recibir las semillas del amor.
Todo ser humano es un mago, y por medio de las palabras, puede hechizar a alguien o liberarlo de un hechizo. Continuamente
estamos lanzando hechizos con nuestras opiniones. Por ejemplo, me
encuentro con un amigo y le doy una opinión que se me acaba de ocurrir.
Le digo: «¡Mmmm! Veo en tu cara el color de los que acaban teniendo
cáncer». Si escucha esas palabras y está de acuerdo, desarrollará un
cáncer en menos de un año. Ese es el poder de las palabras.
Durante nuestra domesticación,
nuestros padres y hermanos expresaban sus opiniones sobre nosotros sin
pensar. Nosotros nos creíamos lo que nos decían y vivíamos con el miedo
que nos provocaban sus opiniones.
Este acuerdo
es muy difícil de romper y es posible que te lleve a realizar muchas
cosas con el único fin de convencerte de que realmente eres estúpido.
Puede que hagas algo y te digas a ti mismo: «Me gustaría ser
inteligente, pero debo de ser estúpido, porque si no lo fuera, no habría
hecho esto». La mente se mueve en cientos de direcciones diferentes y
podríamos pasarnos días enteros atrapados únicamente por la creencia en
nuestra propia estupidez. Pero un día alguien capta tu atención y con
palabras te hace saber que no eres estúpido. Crees lo que esa persona
dice y llegas a un nuevo acuerdo. Y el resultado es que dejas de
sentirte o de actuar como un estúpido. Se ha roto todo el hechizo sólo
con la fuerza de las palabras. Y a la inversa, si crees que eres
estúpido y alguien capta tu atención y te dice: «Sí, realmente eres la
persona más estúpida que jamás he conocido», el acuerdo se verá
reforzado y se volverá todavía más firme.
Veamos ahora lo que significa la palabra «impecabilidad». Significa «sin pecado». «Impecable» proviene del latín pecatus, que quiere decir «pecado». El im significa
«sin», de modo que «impecable» quiere decir «sin pecado». Las
religiones hablan del pecado y de los pecadores, pero entendamos qué
significa realmente pecar. Un pecado es cualquier cosa que haces y que
va contra ti. Todo lo que sientas, creas o digas que vaya contra ti
es un pecado. Vas contra ti cuando te juzgas y te culpas por cualquier
cosa. No pecar es hacer exactamente lo contrario. Ser impecable
es no ir contra ti mismo. Cuando eres impecable, asumes la
responsabilidad de tus actos, pero sin juzgarte ni culparte. Desde
este punto de vista, todo el concepto de pecado deja de ser algo moral o
religioso para convertirse en una cuestión de puro sentido común. El
pecado empieza con el rechazo de uno mismo. El mayor pecado que cometes
es rechazarte a ti mismo. En términos religiosos, el autorrechazo es un
«pecado mortal», es decir que te conduce a la muerte. En cambio, la
impecabilidad te conduce a la vida.
Ser
impecable con tus palabras es no utilizarlas contra ti mismo. Si te veo
en la calle y te llamo estúpido, puede parecer que utilizo esa palabra
contra ti pero en realidad la utilizo contra mí mismo, porque tú me
odiarás por ello y tu odio no será bueno para mí. Por lo tanto, si me enfurezco y con mis palabras te envío todo mi veneno emocional, las estoy utilizando en mi contra.
Si me amo a
mí mismo, expresaré ese amor en mis relaciones contigo y seré impecable
con mis palabras, porque la acción provoca una reacción semejante. Si te
amo, tú me amarás. Si te insulto, me insultarás. Si siento gratitud por
ti, tú la sentirás por mí. Si soy egoísta contigo, tú lo serás conmigo.
Si utilizó mis palabras para hechizarte, tú emplearás las tuyas para
hechizarme a mí.
Ser
impecable con tus palabras significa utilizar tu energía correctamente,
en la dirección de la verdad y del amor por ti mismo. Si llegas a un
acuerdo contigo para ser impecable con tus palabras, eso bastará para
que la verdad se manifieste a través de ti y limpie todo el veneno
emocional que hay en tu interior.
En el
infierno, el poder de las palabras se emplea de un modo totalmente
erróneo. Las usamos para maldecir, para culpar, para reprochar, para
destruir. También las utilizamos correctamente, por supuesto, pero no lo hacemos muy a menudo. Por lo general, empleamos las palabras para propagar nuestro veneno personal: para expresar rabia, celos, envidia y odio. Las palabras son pura magia-el don más poderoso que tenemos como seres humanos- y las utilizamos contra nosotros mismos. Las
usamos para fomentar el odio entre diferentes personas, entre las
familias, entre las naciones... Hacemos un mal uso de las palabras con
gran frecuencia, y así es como creamos y perpetuamos el sueño del
infierno. Con el uso erróneo de las palabras, nos perjudicamos los unos a
los otros y nos mantenemos mutuamente en un estado de miedo y duda.
Dado que las palabras son la magia que poseemos los seres humanos y su
uso equivocado es magia negra, utilizamos la magia negra constantemente
sin tener la menor idea de ello.
Considera
las relaciones humanas diarias, e imagínate cuántas veces nos lanzamos
hechizos los unos a los otros con nuestras palabras. Con el tiempo, esto se ha convertido en la peor forma de magia negra: son los chismes. Los chismes son magia negra de la peor clase, porque son puro veneno. Aprendimos
a contar chismes por acuerdo. De niños, escuchábamos a los adultos que
nos rodeaban chismorrear sin parar y expresar abiertamente su opinión
sobre otras personas. Incluso opinaban sobre gente a la que no conocían.
Mediante esas opiniones, transferían su veneno emocional, y nosotros
aprendimos que ésta era la manera normal de comunicarse.
Si
adoptamos el Primer Acuerdo y somos impecables con nuestras palabras,
cualquier veneno emocional acabará por desaparecer de nuestra mente y
dejaremos de transmitirlo en nuestras relaciones personales. Es la
manera que utilizamos para sentirnos cerca de otras personas, porque ver
que alguien se siente tan mal como nosotros, nos hace sentir mejor.
La impecabilidad de tus palabras también te proporcionará inmunidad frente a cualquier persona que te lance un hechizo. Solamente recibirás una idea negativa si tu mente es un campo fértil para ella.Cuando
eres impecable con tus palabras, tu mente deja de ser un campo fértil
para las palabras que surgen de la magia negra, pero sí lo es para las
que surgen del amor. Puedes medir la impecabilidad de tus palabras a
partir de tu nivel de autoestima. La cantidad de amor que sientes por ti es directamente proporcional a la calidad e integridad de tus palabras. Cuando eres impecable con tus palabras, te sientes bien, eres feliz y estás en paz.
Puedes
trascender el sueño del infierno sólo con llegar al acuerdo de ser
impecable con tus palabras. Ahora mismo estoy plantando una semilla en
tu mente. Que crezca o no, dependerá de lo fértil que sea tu mente para
recibir las semillas del amor. Tú decides si llegas o no a establecer este acuerdo contigo mismo: Soy impecable con mis palabras. Nutre
esta semilla, y a medida que crezca en tu mente, generará más semillas
de amor que reemplazarán a las del miedo. El Primer Acuerdo cambiará el
tipo de semillas para las que tu mente resulta fértil.
Sé impecable con tus palabras.
Este es el primer acuerdo al que debes llegar si quieres ser libre, ser
feliz y trascender el nivel de existencia del infierno. Es muy
poderoso. Utiliza tus palabras apropiadamente. Empléalas para
compartir tu amor. Usa la magia blanca empezando por ti. Dite a ti mismo
que eres una persona maravillosa, fantástica. Dite cuánto te amas.
Utiliza las palabras para romper todos esos pequeños acuerdos que te
hacen sufrir.
Imagínate lo
que es posible crear sólo con la impecabilidad de las palabras.
Trascenderás el sueño del miedo y llevarás una vida diferente. Podrás
vivir en el cielo en medio de miles de personas que viven en el
infierno, porque serás inmune a él. Alcanzarás el reino de los cielos
con este acuerdo: Sé impecable con tus palabras.
Los Cuatro Acuerdos
Sabiduría Tolteca.
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