La gripe causada por el virus Influenza A subtipo H1N1 y la Cebolla.
La gripe española (también conocida como la gran pandemia de gripe, la epidemia de gripe de 1918 o la gran gripe) fue una pandemia de gripe de inusitada gravedad, causado por un brote de Influenza virus A del subtipo H1N1. Se cree que ha sido una de las pandemias
más letales en la historia de la humanidad, a causa de la cual murieron
entre 50 y 100 millones de personas en todo el mundo entre 1918 y 1920.
La enfermedad se observó por primera vez en Fort Riley, el 28 de mayo
de 1918. Un investigador asegura que la enfermedad apareció en el
Condado de Haskell, en abril de 1918.
Los Aliados de la Primera Guerra Mundial la llamaron Gripe española porque la pandemia recibió una mayor atención de la prensa en España que en el resto de Europa, ya que España no se vio involucrada en la guerra y por tanto no censuró la información sobre la enfermedad.
Los Aliados de la Primera Guerra Mundial la llamaron Gripe española porque la pandemia recibió una mayor atención de la prensa en España que en el resto de Europa, ya que España no se vio involucrada en la guerra y por tanto no censuró la información sobre la enfermedad.
Con el fin de estudiar la gripe española, los científicos han
empleado muestras de tejido de víctimas congeladas para reproducir el
virus. Dada la extrema virulencia
del brote y la posibilidad de escape accidental (o liberación
intencionada) de la cuarentena, hay cierta controversia respecto a las
bondades de estas investigaciones. Una de las conclusiones de la
investigación fue que el virus mata a causa de una tormenta de
citocinas, lo que explica su naturaleza extremadamente grave y el perfil
poco común de edad de las víctimas.
Mortalidad por semana en París, Berlín, Londres y Nueva York. El pico es
atribuible a la gripe. El texto dice: «Pandemia de gripe, mortalidad en
Estados Unidos y Europa durante 1918 y 1919.
- Se estima que en China
murieron 30 millones, aproximadamente el 35% de la población de aquella
época, alcanzando una mortalidad del 40% de la población en algunas
zonas. En el Ejército de China, al menos el 35% de las tropas que se
enfermaron murieron.
- En los Estados Unidos, cerca del 28% de la población padeció la enfermedad y murieron de 500.000 a 675.000 personas.
- En los Estados Unidos, cerca del 28% de la población padeció la enfermedad y murieron de 500.000 a 675.000 personas.
- En el Reino Unido murieron 250.000.
- En Francia 400.000 y en Italia una cifra similar.
- En la India británica fallecieron de 10 a 17 millones.
- Las estimaciones sobre el África subsahariana hablan de 1,5 a 2 millones de victimas.
- En Alaska (en el pueblo inuit de Fairbanks de los 80 habitantes, 78
murieron en sólo una semana) y en Sudáfrica, murieron comunidades
enteras.
- En Australia murieron unas 80.000 personas y en las Islas Fiji murió el 30% de la población en sólo dos semanas, mientras que en Samoa Occidental el 40%.
- En Chile murieron 24.000 personas.
- En Chile murieron 24.000 personas.
Tras registrarse los primeros casos en Europa, al parecer en Francia, la
gripe pasó a España,
un país neutral en la guerra y que no censuró la publicación de los
informes sobre la enfermedad y sus consecuencias, de ahí que, pese a ser
un problema internacional, se le diera este nombre por parecer en las
informaciones de la época que era el único país afectado. España fue uno
de los países más afectados con cerca de 8 millones de personas
infectadas en mayo de 1918 y alrededor de 300.000 muertes (a pesar de
que las cifras oficiales redujeron las víctimas a «sólo» 147.114
personas).
Aunque la Primera Guerra Mundial
no causó la gripe, la cercanía de los cuarteles y los movimientos
masivos de tropas ayudaron a su expansión. Los investigadores creen que
los sistemas inmunológicos de los soldados se debilitaron por la tensión
del combate y los ataques químicos, incrementando las probabilidades de
contraer la enfermedad.
Un factor en la transmisión de la enfermedad fue la cantidad de
viajes de los combatientes. La modernización de los sistemas de
transporte posibilitó que los navegantes propagaran más rápidamente la
pandemia sobre un abanico más amplio de comunidades.
Una historia de vida, entre la muerte. Gracias a las Cebollas.
En
1919 cuando la gripe ya había matado a unos 40 millones de personas había un médico que
visitaba a muchos granjeros para ver si los podía ayudar a combatir la
gripe. Muchos de los granjeros y sus familias la habían contraído y
muchos habían muerto.
El médico llegó a una granja y para su sorpresa,
todos estaban muy saludables. Cuando el médico les preguntó
que cosa diferente estaban haciendo, la esposa respondió que ella había
colocado una cebolla sin pelar en un plato en las habitaciones del
hogar.
El médico no lo podía creer y pidió si le podían dar una
para ponerla bajo el microscopio. Ella le dio una, y el médico encontró
el virus en la cebolla. Obviamente, había absorbido la bacteria
manteniendo saludable a la familia. También escuché esta historia de mi
peluquera. Ella me contó que hace varios años muchas de sus empleadas
caían enfermas con gripe y sus clientes también. Al año siguiente ella
colocó varios platos con cebollas en el local. Para su sorpresa nadie de
su equipo cayó enfermo. Le mandé esta información a una amiga en
Oregon, quien colabora conmigo regularmente con material sobre salud. Me
contestó con ésta interesante experiencia acerca de las cebollas:
No sé acerca de la historia de los granjeros pero, sí sé que contraje
neumonía y, demás está decir, estuve muy enferma... Me topé con un
artículo que decía que había que cortar ambos extremos de una cebolla,
pinchar con un tenedor en uno de los extremos y colocarla en un H1plato al
lado del paciente a la noche.
Decía que la cebolla se volvería negra a
la mañana por los gérmenes... Dicho y hecho, sucedió tal cual... la
cebolla estaba hecha un desastre y yo comencé a sentirme mucho mejor.
Otra cosa que leí en el artículo es que cebollas y ajos diseminados en
las habitaciones salvaron de la peste negra a muchos hace años. Tienen
poderosas propiedades antibacterianas y antísépticas.
La
moraleja de esta historia es: compre unas cebollas y colóquelas en
platos sin pelar por toda su casa. Si trabaja en un escritorio, coloque
una o dos en su oficina o bajo su escritorio o arriba de algo por ahí.
Nosotros lo hicimos y nunca contrajimos gripe. La cebolla le ayudara a
usted y a sus seres queridos a no enfermarse, y si le da gripe, ésta
podría ser más
A raíz de esta presentación le hice un
comentario a una vieja amiga, y ella me comentó lo siguiente: Su padre
de joven había contraído tuberculosis, y fue curado. Y de esta forma;
había que cortar ambos extremos de una cebolla y la dejaban dentro de un
plato al sereno, y por las mañanas le hacían tomar el jugo de la misma.
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