Coca Cola y Pepsi cambian su fórmula y evitan etiqueta de advertencia sobre cáncer.
Coca-Cola y Pepsi, han anunciado
que reducirán el contenido de un colorante para evitar la obligación de
advertir la presencia de un componente considerado cancerígeno en las
etiquetas de sus productos.
La decisión se debe a que una lata de estas bebidas contiene alrededor
de 130 microgramos de 4-metilimidazol, una cantidad ocho veces mayor que
los 16 microgramos diarios que recomienda como máximo tolerable por un
humano adulto la Oficina de Asesoría de Riesgos Ambientales a la Salud
de California. "Aunque pensamos que no existe un riesgo para el
consumidor que justifique esta modificación, pedimos a nuestros
proveedores de colorante que reduzcan los niveles de 4-metilimidazol
para evitar tener una obligación que no tiene fundamentos científicos",
sostuvo Diana Garza, vocera de Coca-Cola, al diario británico The Guardian.
Todo comenzó cuando, el año pasado, el estado norteamericano de
California añadió a su lista de sustancias potencialmente cancerígenas
el 4-metilimidazol, que ambas compañías incluyen en las bebidas no
alcohólicas que consumen cientos de millones de personas. Fue por ello que Coca-Cola
decidió modificar su fórmula secreta en las botellas y latas para
reducir la presencia del componente riesgoso, lo que modificará
ligeramente el color de la mundialmente famosa gaseosa.
Si bien el cambio tendrá por ahora efecto sólo en California, ambas
firmas planean extenderlo a todo el país en el corto plazo. Sin embargo,
otro vocero de Coca-Cola, Ben Sheidler, recordó en una carta enviada al
periódico Los Angeles Times que "fuera de California, ninguna agencia
considera que el 4-metilimidazol sea cancerígeno para el ser humano".
La definición de las empresas ocurrió luego de una campaña
de presión liderada por la organización de defensa de los consumidores
Center for Science in the Public Interest, que elevó una solicitud
formal a la Food and Drug
Administration (FDA), el organismo estatal que se encarga de los
alimentos en Estados Unidos, para prohibir algunos de los colorantes
presentes en los refrescos.
La FDA no estuvo de acuerdo con la prohibición total. Ello, pues "es
importante saber que una persona tendría que beber más de mil latas al
día para alcanzar el nivel cancerígeno señalado por las
investigaciones", concluyó el ente oficial.
Lo mismo opinó la American Beverage
Association: "Son acusaciones escandalosas, la ciencia no demuestra que
el compuesto 4-metilimidazol sea dañino para la salud" al ser consumido
en cantidades normales, comentó la corporación que reúne a los
productores industriales de líquidos para consumo humano.
Además indicó que "los consumidores no notarán diferencia en nuestros
productos". De no reducir la presencia del componente sospechado en su
fórmula, las compañías deberían incluir en las latas y en las etiquetas
de las botellas que contienen el producto un aviso señalando que existe
una conexión entre el cáncer y el 4-metilimidazol.
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