La Ciencia mide el Campo Energético Humano. Las patologías alteran el campo biomagnetico humano.
La noción de energía es
un tema que forma parte de varios sistemas de cuidado complementario,
incluyendo el Reiki. Por razones históricas y emocionales, hay dos
palabras-clave que no se pueden mencionar en la sociedad de
investigaciones académicas: “energía” y “toque”.
Por lo tanto, no es sorprendente que el Reiki haya sido desdeñado por los investigadores de la ciencia biomédica.
Esta situación está cambiando rápidamente gracias a las investigaciones hechas en todo el mundo.
La historia de como el
concepto de “energía de curación” pasó de la fase inicial de sospecha y
ridículo a la respetabilidad, es una de las más fascinantes y
significantes que se pueden contar. Igual que en muchos otros campos de
la investigación, lo que era absolutamente cierto hace 20 años, ha
cambiado drásticamente.
Por ejemplo, en el transcurso de unas
décadas, los científicos pasaron de la convicción de que no hubiera
algo que se pudiera llamar un campo energético alrededor del cuerpo
humano, a la convicción de que este campo existe. Además, comprendemos
cada vez más el papel de estos campos energéticos en cuanto a la salud y
a la enfermedad. La mayoría de la gente no es consciente todavía de
estas investigaciones y persisten en su actitud de que no hay una base
lógica para la curación energética.
El motivo principal por el cual la actitud empezó a cambiar, es el
desarrollo de instrumentos muy sensitivos, capaces de medir la energía
sutil alrededor del cuerpo humano.
Una importancia especial
tiene el magnetómetro SQUID1, que es capaz de detectar campos
biomagnéticos minúsculos asociados a actividades fisiológicas en el
cuerpo. (Figura 1) Se trata del mismo campo de energía que personas
sensitivas han descrito desde hace milenios, pero que los científicos
han ignorado porque no había medios para medirlo objetivamente.Para
resumir los descubrimientos hechos hasta el momento, los editores de un
nuevo periódico internacional2 han pedido una revisión del concepto de
la “energía de curación”. A pesar del hecho de que nosotros venimos
estudiando este tema desde hace unos 15 años, la preparación de una
revisión completa nos llevo a un profundo examen del asunto, llegando a
algunas conclusiones sorprendentes.
Habitualmente, los descubrimientos-clave no son hechos por científicos
que estudian las diferentes técnicas como el Reiki, el TT (Toque
Terapéutico) o el HT (Healing Touch).
Lo que ocurre es que
científicos tradicionales, con la lógica habitual y utilizando métodos
científicos, empiezan a clarificar el papel de las diferentes energías
en el proceso de curación. Por lo tanto, sus conclusiones tienen la
misma base científica que la de la medicina clínica moderna.
El Campo Energético
Humano.
Desde hace tiempo se sabe que las células y los tejidos generan un campo
eléctrico que se puede medir en la superficie de la piel. Pero, las
leyes de la física afirman que cualquier corriente eléctrica genera un
campo magnético correspondiente en el espacio. Dado el hecho que estos
campos magnéticos son demasiado pequeños para ser detectados, los
científicos asumieron que dichos campos no podían tener una importancia
fisiológica.
Esta situación empezó a cambiar en 1963.
Gerhard Baule y Richard
McFee, del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Universidad de
Siracusa, Siracusa NY, detectaron el campo biomagnético proyectado por
el corazón humano utilizando dos electroimanes de 2 millones de vueltas
de hilo cada uno, conectados a un amplificador muy sensitivo.
En 1970, David Cohen de MIT, utilizando el magnetómetro SQUID, confirmó
los resultados concernientes al corazón.
En 1972, Cohen, había
mejorado la sensibilidad de su aparato, lo que le permitía medir los
campos magnéticos producidos por la actividad del cerebro, alrededor de
la cabeza.
Seguidamente, se
descubrió que todos los tejidos y los órganos producen pulsaciones
magnéticas específicas, que son ahora conocidas bajo el nombre de campos
biomagnéticos.
Los exámenes tradicionales, como el electrocardiograma y
electroencefalograma, se completan ahora por exámenes biomagnéticos
llamados magnétocardiograma y magnétoencefalograma.
Por distintas razones,
el estudio del campo magnético alrededor del cuerpo, da indicaciones más
exactas sobre la fisiología y la patología que el estudio del campo
eléctrico.
La patología altera el campo biomagnético.
En los años ’20 y ’30, Harold Saxon Burr, eminente investigador de la
Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, sugería que se puede
detectar las enfermedades en el cuerpo energético antes de que los
síntomas aparecieran. Estaba convencido también de que se podría evitar
las enfermedades alterando el campo energético.Estos conceptos, que
entonces parecían demasiado prematuros, son hoy confirmados por los
laboratorios de investigación médica en todo el mundo. Científicos
utilizan aparatos SQUID para realizar cartas de las alteraciones del
campo magnético alrededor del cuerpo debido a las enfermedades. Otros,
aplican campos magnéticos pulsantes para estimular la curación.Una vez
más, personas sensitivas han descrito estos fenómenos desde hace tiempo,
pero no había una explicación lógica del proceso.
La proyección de energía
por las manos de “curanderos – terapeutas”.
Al principio de 1980, el Dr. John Zimmerman empezó una serie de estudios
sobre el toque terapéutico, utilizando un magnetómetro SQUID, en la
Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado, en Denver. Zimmerman
descubrió que un enorme campo biomagnético pulsante emanaba de las manos
de un practicante de toque terapéutico. La frecuencia no era estable,
sino “barría” sobre un segmento de 0,3 a 30 Hz (ciclos por segundo), con
una parte importante de su actividad alrededor de 7 – 8 Hz (Figura 2).
Las pulsaciones biomagnéticas de las manos están en la misma frecuencia
que las ondas cerebrales.
Los estudios científicos de las frecuencias necesarias para la curación
indican que las ondas cerebrales “barren” constantemente todo el
segmento de frecuencias terapéuticas, estimulando de esta manera la
curación en todo el cuerpo. La confirmación de los descubrimientos de
Zimmerman llegó en 1992 cuando Seto y sus colegas, en Japón, estudiaron a
practicantes de distintas artes marciales y de otros métodos de
curación. La emisión de “Ki” de sus manos era tan potente que se podía
medir con un simple magnetómetro que consistía en dos electroimanes de
solamente 80 000 vueltas de hilo.
Después, los estudios
sobre los practicantes de Chi Kung, se centraron en los campos sonoros,
de luz y térmicos emitidos por los “curanderos – terapeutas”.
Lo que es particularmente interesante es que la frecuencia de la
pulsación varía de un momento a otro.Asimismo, los investigadores
médicos que desarrollan las terapias de campos magnéticos pulsantes,
encuentran que esta misma frecuencia es eficaz para desencadenar el
proceso de “curación espontánea” en muchas enfermedades incluso para
pacientes enfermos desde hace 40 años. Frecuencias específicas estimulan
el crecimiento de nervios, de huesos, de piel, de capilares y de
ligamentos.Los practicantes de Reiki y sus pacientes tienen a diario
experiencias de desencadenamiento de “curaciones espontáneas” y la
medicina académica, gracias a los descubrimientos científicos, empieza
ahora a aceptar esta terapia como lógica y benéfica.En la figura 2,
hemos indicado fragmentos de la señal que corresponden a las frecuencias
utilizadas por los aparatos médicos para estimular la curación de
distintos tejidos.
Diferencias individuales
en la proyección de la energía y la detección.
Para poder estudiar la proyección de la energía de las manos de
terapeutas, los científicos tienen primero que aceptar la idea de que
hay diferencias enormes entre las personas. Además, la práctica de
diferentes técnicas puede aumentar aún más el efecto.Existen
explicaciones neurofisiológicas y biofísicas en cuanto al papel de la
Práctica y de la Intención.Un hecho que no es muy conocido es que las
“ondas cerebrales” no son confinadas únicamente en el cerebro, sino que
se difunden por todo el cuerpo mediante el sistema perineural, los
tejidos que rodean los nervios. El Dr. Robert O. Becker describió
justamente como este sistema, más que cualquier otro sistema del cuerpo,
se encarga de la curación de las heridas en todo el cuerpo. El sistema
nervioso actúa como una “antena” para proyectar las pulsaciones
biomagnéticas que empiezan en el cerebro, en el thalamus. Además, las
ondas que empiezan en el cerebro como pulsaciones relativamente débiles,
ganan fuerza mientras se desplazan a lo largo de los nervios
periféricos hasta las manos.
El mecanismo de esta
amplificación incluye probablemente el sistema perineural y los demás
sistemas de tejidos de conexión…
Conclusión :
He mostrado en este breve resumen como ciertas experiencias de los
terapeutas energéticos tienen una base en la biología y la física.
Despreciadas durante siglos, las terapias energéticas pueden tener su
plaza en la medicina clínica. Los grandes descubrimientos de los
biólogos y de las personas sensitivas se están integrando para darnos
una comprensión más profunda de la vida, de la enfermedad y de la
curación. La ciencia no puede quitar el último misterio a la vida, ni
borrar el lado espiritual de la curación.
Creemos que la
investigación sobre las terapias energéticas puede llevarnos a una
comprensión completa de la VIDA, de la ENFERMEDAD y de la CURACIÓN..
Jim y Nora OschmanReferencias :1. SQUID son las siglas de
Superconducting Quantum Interference Device.
2. “Journal of Bodywork and Mouvement Therapies”, Harcourt Brace &
Co. Ltd. Edinbourg
3. Se puede conseguir una lista completa de nuestros artículos a
“Nature’s Own Research Association”
P.O. Box 5101, Dover, NH 03821, EEUU, tel. 603 742 3789, fax 603 742
2592, e-mail: Joschman@aol.com Jim y Nora Oschman son los directores de
“Nature’s Own Research Association” en Dover, New Hampshire. Jim es uno
de los pocos científicos académicos que se ha concentrado sobre la base
científica de las distintas medicinas complementarias y alternativas.
Jim y Nora han escrito docenas de artículos sobre los mecanismos
fisiológicos y biofísicos implicados en distintas técnicas terapéuticas.
Para más informaciones sobre Jim y Nora, sus artículos y sus
actividades, consulten en Internet:www.bodywork-res.com.
vía/ Maestro Virjo
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